Tuesday, June 13, 2006

Comentarios Erik Satie

El artista debe regular su vida.

Aquí tienen el horario detallado de mis actividades diarias:

Me levanto a las 7.18 h; inspirado: de 10.23 a 11.47 h.
Almuerzo a las 12.11 h y me levanto de la mesa a las 12.14 h.
Saludable paseo a caballo, en el fondo del parque: de 13.19 a 14.53 h.
Otra inspiración: de 15.12 a 16.07 h.
Ocupaciones diversas (esgrima, reflexiones, inmovilidad, visitas,
contemplación, destreza, natación, etc.), de 16.21 a 18.47 h.
La cena se sirve a las 19.16 y se termina a las 19.20 h.
A continuación,lecturas sinfónicas en voz alta: de 20.09 a 21.59 h.
Me acuesto normalmente a las 22.37 h.
Una vez por semana, despertar sobresaltado a las 3.19 h (los martes).
Sólo como alimentos blancos: huevos, azúcar, huesos rallados; grasa de
animales muertos; ternera, sal, coco, pollo cocido en agua blanca; mohos
de fruta, arroz, nabos; morcilla alcanforada, pastas, queso (blanco),
ensalada de algodón y algunos pescados (sin piel).
Me hiervo el vino, que bebo frío con zumo de fuchsia. Tengo apetito; pero
no hablo nunca comiendo, por miedo a atragantarme.
Respiro con cuidado (poco cada vez). Bailo muy raras veces. Cuando ando
voy por los lados y miro fijamente atrás.
Muy serio de aspecto, si me río es sin querer. Por eso siempre me disculpo
y con educación.
Sólo duermo con un ojo; tengo un sueño muy duro. Mi cama es redonda y
perforada por un agujero para que pase la cabeza. Cada hora, un criado me
toma la temperatura y me pone otra.
Desde hace tiempo estoy abonado a una revista de moda. Llevo un gorro
blanco, medias blancas y un chaleco blanco.
El médico me ha dicho siempre que fume. A sus consejos añade:
Fume, amigo: si no, otro fumará en su lugar.

Erik Satie, Memorias de un amnésico y otros escritos, Fugaz, Madrid, 1989